Brasil puede sufrir otra tragedia aérea en breve Brasil puede sufrir otra tragedia aérea en breve
Lo sostuvo el titular de la Federación Mundial de Controladores de Tráfico Aéreo. Desde el Ministerio de Defensa afirman que el sistema “es seguro”.
La posibilidad de que vuelva a suceder otro accidente aéreo en Brasil "es una cuestión de tiempo", afirmó este jueves el presidente de la Federación Internacional de Controladores de Tráfico Aéreo (Ifatca), el suizo Marc Baumgartner.
Las declaraciones de Baumgasrtner causaron la inmediata reacción del gobierno brasileño, que a través de su ministro de Defensa, Nelson Jobim, salió al cruce del dirigente europeo y sostuvo que el sistema aéreo de su país "es seguro"
"Es una cuestión de tiempo que un nuevo accidente aéreo vuelva a suceder en Brasil", aseguró el titular de la IFATCA en declaraciones que publicó este jueves el sitio Folha on Line.
"La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) invirtió mucha energía para perseguir a sus propios funcionarios, pero ninguna para corregir las fallas que tiene su sistema aéreo", dijo.
Según Baumgartner, la FAB sigue atribuyendo a sus controladores toda la responsabilidad del accidente con el Boeing de la empresa Gol, que cayó en Mato Grosso en setiembre de 2006, causando la muerte de 154 personas, después de chocar con un jet privado.
El dirigente suizo sostuvo que, de este modo, la Fuerza Aérea se olvida de sus propias responsabilidades, sancionando a los controladores en detrimento de acciones que podrían prevenir nuevos accidentes.
Apenas le acercaron las declaraciones de Baumgartner, el ministro de Defensa, Nelson Jobim, dijo a la cadena estatal Radiobras que "el sistema aéreo" brasileño "es seguro", pero reconoció que "una cosa es que exista seguridad y otra que las personas perciban eso".
La crisis aérea se agravó cuando un avión de TAM se estrelló en julio último en el aeropuerto paulista de Congonhas y causó la muerte de 200 personas.
Días después del accidente, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva ordenó la salida del entonces ministro de Defensa Waldir Pires y designó en su reemplazo a Jobim, a quien dio "carta blanca" para que realice las reformas necesarias en el sistema aéreo.
Una vez aliviada la crisis, Jobim pidió "caminar juntos hacia una percepción de seguridad", que todavía no se ha logrado.
Según el ministro, con una serie de medidas adoptadas tras el desastre del avión de TAM, se pudo "reducir la temperatura de la crisis aérea", así como los atrasos y cancelaciones de vuelos, que se habían convertido en una pesadilla para quien viajaba por avión en Brasil.
Entre las medidas que contribuyeron a ello, el ministro citó la redistribución de la red de tráfico aéreo, que supuso descentralizar las operaciones de la terminal de Congonhas, que pese a su carácter regional se había convertido en el aeropuerto de mayor tráfico en el país.
Jobim también reiteró que existe la posibilidad de que el control de tráfico aéreo pase de manos militares, como está actualmente, a civiles, aunque aclaró que todavía que esa decisión no fue tomada.
"El problema será examinado y se abrirá una discusión para cambiar el sistema", dijo el ministro, quien considera que "el control de la circulación aérea debe ser hecho por civiles y la defensa del espacio aéreo por militares".
No obstante, pese a su predisposición, aclaró que "eso depende de cambios estructurales", que requerirán "discusiones" y "profundos estudios".
Este miércoles, las autoridades aeronáuticas brasileñas decidieron descentralizar el control aéreo en busca de soluciones.
Se trata de rediseñar la parte del control aéreo que estaba bajo la responsabilidad del Centro de Control de Vuelos conocido como Cindacta-1, con sede en Brasilia.
La medida fue explicada por la Fuerza Aérea como fórmula para mejorar la seguridad del sistema y aliviar la carga de trabajo de ese Centro que tiene cuatro controladores sometidos a proceso judicial.
La solución anunciada este miércoles consiste en transferir parte del sector aéreo vigilado por Cindacta-1 a otro centro denominado Cintacta-2 con sede en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná.
También se estudia remanejar parte del tráfico aéreo para el control de Cindacta-3, con sede en Recife y de esa forma aliviar más a los participantes en el control.
Existe un cuarto centro de control de vuelo (Cindacta-4) en Manaos, que realiza la vigilancia de toda la región amazónica.
Los controladores de esos centros monitorean los vuelos por radar, ordenan los cambios de rumbo y altitud de los aviones y acompañan el tráfico aéreo de los aeropuertos.
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Brasil puede sufrir otra tragedia aérea en breve
Brasil puede sufrir otra tragedia aérea en breve
Lo sostuvo el titular de la Federación Mundial de Controladores de Tráfico Aéreo. Desde el Ministerio de Defensa afirman que el sistema “es seguro”.
La posibilidad de que vuelva a suceder otro accidente aéreo en Brasil "es una cuestión de tiempo", afirmó este jueves el presidente de la Federación Internacional de Controladores de Tráfico Aéreo (Ifatca), el suizo Marc Baumgartner.
Las declaraciones de Baumgasrtner causaron la inmediata reacción del gobierno brasileño, que a través de su ministro de Defensa, Nelson Jobim, salió al cruce del dirigente europeo y sostuvo que el sistema aéreo de su país "es seguro"
"Es una cuestión de tiempo que un nuevo accidente aéreo vuelva a suceder en Brasil", aseguró el titular de la IFATCA en declaraciones que publicó este jueves el sitio Folha on Line.
"La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) invirtió mucha energía para perseguir a sus propios funcionarios, pero ninguna para corregir las fallas que tiene su sistema aéreo", dijo.
Según Baumgartner, la FAB sigue atribuyendo a sus controladores toda la responsabilidad del accidente con el Boeing de la empresa Gol, que cayó en Mato Grosso en setiembre de 2006, causando la muerte de 154 personas, después de chocar con un jet privado.
El dirigente suizo sostuvo que, de este modo, la Fuerza Aérea se olvida de sus propias responsabilidades, sancionando a los controladores en detrimento de acciones que podrían prevenir nuevos accidentes.
Apenas le acercaron las declaraciones de Baumgartner, el ministro de Defensa, Nelson Jobim, dijo a la cadena estatal Radiobras que "el sistema aéreo" brasileño "es seguro", pero reconoció que "una cosa es que exista seguridad y otra que las personas perciban eso".
La crisis aérea se agravó cuando un avión de TAM se estrelló en julio último en el aeropuerto paulista de Congonhas y causó la muerte de 200 personas.
Días después del accidente, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva ordenó la salida del entonces ministro de Defensa Waldir Pires y designó en su reemplazo a Jobim, a quien dio "carta blanca" para que realice las reformas necesarias en el sistema aéreo.
Una vez aliviada la crisis, Jobim pidió "caminar juntos hacia una percepción de seguridad", que todavía no se ha logrado.
Según el ministro, con una serie de medidas adoptadas tras el desastre del avión de TAM, se pudo "reducir la temperatura de la crisis aérea", así como los atrasos y cancelaciones de vuelos, que se habían convertido en una pesadilla para quien viajaba por avión en Brasil.
Entre las medidas que contribuyeron a ello, el ministro citó la redistribución de la red de tráfico aéreo, que supuso descentralizar las operaciones de la terminal de Congonhas, que pese a su carácter regional se había convertido en el aeropuerto de mayor tráfico en el país.
Jobim también reiteró que existe la posibilidad de que el control de tráfico aéreo pase de manos militares, como está actualmente, a civiles, aunque aclaró que todavía que esa decisión no fue tomada.
"El problema será examinado y se abrirá una discusión para cambiar el sistema", dijo el ministro, quien considera que "el control de la circulación aérea debe ser hecho por civiles y la defensa del espacio aéreo por militares".
No obstante, pese a su predisposición, aclaró que "eso depende de cambios estructurales", que requerirán "discusiones" y "profundos estudios".
Este miércoles, las autoridades aeronáuticas brasileñas decidieron descentralizar el control aéreo en busca de soluciones.
Se trata de rediseñar la parte del control aéreo que estaba bajo la responsabilidad del Centro de Control de Vuelos conocido como Cindacta-1, con sede en Brasilia.
La medida fue explicada por la Fuerza Aérea como fórmula para mejorar la seguridad del sistema y aliviar la carga de trabajo de ese Centro que tiene cuatro controladores sometidos a proceso judicial.
La solución anunciada este miércoles consiste en transferir parte del sector aéreo vigilado por Cindacta-1 a otro centro denominado Cintacta-2 con sede en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná.
También se estudia remanejar parte del tráfico aéreo para el control de Cindacta-3, con sede en Recife y de esa forma aliviar más a los participantes en el control.
Existe un cuarto centro de control de vuelo (Cindacta-4) en Manaos, que realiza la vigilancia de toda la región amazónica.
Los controladores de esos centros monitorean los vuelos por radar, ordenan los cambios de rumbo y altitud de los aviones y acompañan el tráfico aéreo de los aeropuertos.
http://hyves.freedownloadaudio.com/doc/10329368/Ifatca-Pr-Brazil-140109
Una importante observación: Los comentarios del 6 de marzo de 2009 17h37 foram extraídos del Blog http://atcbrasil.blogspot.com/
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